Espero podáis disfrutarlas tanto como yo y sentiros identificados en cada uno de sus relatos.
Para quienes no hayáis leído la primer parte de este post, os recomiendo hacerlo antes de leer éste haciendo clic aquí.
Trilogía TenshoAnimals
Gato, Pez, Oruga, como una bellísima trilogía que incita al despertar, despertar a la ternura, a la emoción y a la transformación cotidiana, ¿cuántas veces morimos y renacemos en un mismo día? ¿Cuántos de nosotros abrazamos la ternura y la emoción por primera vez? ¿Cuántos nos aferramos a nuestras crisálidas por miedo a desplegar las alas y volar?
TenshiCaterpillar
Y ahora, me
encuentro en plena transformación, oculta, refugiada en mi crisálida, el cambio
desgarra mi cuerpo. Mi mente. Me fuerza a volver a empezar. No es posible
derrumbar todo y empezar de cero, no, eso sería lo más fácil, el trabajo es aun
más duro, se trata de integrar lo existente y permitir el nacimiento de lo
nuevo.
En plena metamorfosis… a veces el miedo surge
y me pregunto ¿Por qué no dejar todo como estaba? ¿Vale la pena todo este
esfuerzo solo por un par de alas? Yo podía moverme dócilmente entre los árboles
y las hojas, el terreno no tenía secretos para mi, era mío cuanto podía abarcar
con mi mirada, ¿para qué más? ¿De qué sirve tener alas? Con ellas llegan los
peligros y lo desconocido, el viento y el vértigo. Y es ahí, en ese preciso
instante, cuando comprendo que ya no hay marcha atrás, que la transformación
está en pleno proceso, que mi cuerpo y mi mente han cambiado. Solo ha quedado
intacto mi corazón, con su mágico latir, con su energía vital, y entonces, todo
vuelve a fluir… y espero paciente y atenta que la primavera me contagie con su cálida brisa, con sus
dulces aromas y pueda al fin romper mi crisálida, desplegar mis alas y echar a
volar.
La ternura y la vulnerabilidad
no son sinónimos de debilidad. ¿Cuántos de nosotros huimos de esos sentimientos
por miedo a parecer débiles?
Puedo ser tierno, me permito ser vulnerable por momentos, y sin embargo,
en mí habita la esencia de los grandes felinos. Puedo acurrucarme en tu regazo
y dejar que me acaricies, de la misma forma que puedo defender mi territorio
con uñas y dientes. De eso se trata la vida, responder en tiempo y forma a cada
una de las situaciones. Danzar entre el Nirvana y el Samsara, maravillosa
sensación la de equilibrar nuestras energías e ir danzando, sin prisa pero sin
pausa, por el momento presente.
TenshiFish
¿Quién es ese pez nadando en
las aguas de la emoción?
Nos gestamos en un mundo
acuático, el vientre que nos sostuvo era liquido y emoción, ¿Por qué no
abrirnos a ella? Si nos conecta con eso que somos. ¿Por qué no nadar en sus
aguas sabias sin tratar de aferrarnos? No puedes aferrarte al amor, ni al odio,
ni a la tristeza, ni a la alegría, como no puedes aferrarte al agua. Nada por
la emoción, deja que te abrace, reconócela como propia, atraviésala sin bajar
la mirada. Elige transitar tu vida liviano, eso te permitirá saltar fuera del
agua, sentir el sol en tu cara, el calor en tu cuerpo, y la libertad en el
alma.
Y esto querido amigo es un
pequeño regalo…
He mirado a los
ojos del dolor sin tener que bajar la mirada y he descubierto el maravilloso
anhelo del despertar, en un único y mágico movimiento me he vuelto vulnerable y
he recuperado mi poder.
Siento que la
trascendencia tiene que ver con ser consciente, con poder observar nuestra vida
como un maravilloso rio que fluye, y trascender lo cotidiano, el día a día, las
emociones pero sin dejar de vivenciarlas, disfrutarlas, abrazarlas y al fin sin
prisa pero sin pausa soltarlas para poder así atravesarlas…
Mariela Mazza
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