Maravillosas coincidencias (Primera parte)

 

Desde hace un tiempo, no me gusta hablar ni de casualidades ni de suerte, realmente no creo en ellas. Creo que la vida es una gran red de coincidencias que se teje frente a nuestros ojos y debemos aprender a leer y observar para tomar los caminos más sanos, y eso no significa ni cortos ni fáciles, aunque a medida que conseguimos reconocer esa malla, todo fluye de otra manera.

En mi vida he dado con multitud de personas por haber hecho muchas cosas en diferentes ámbitos, y cuando comencé a ver que cada persona, por más insignificante que pareciera la relación, funcionaba como espejo y dejaba algún mensajes para mí, para mi despertar, para mi revisión personal (y a veces yo para ellos), logré generar relaciones más profundas e intensas. De esta manera pase de tener amigos a tener grandes maestros… Y si de algo puedo presumir, es de haber conocido muchos de ellos.

En unos de los caminos más difíciles y turbulentos de mi existencia, me encontré con una mujer que no puedo describirla de otra manera que enormemente luminosa, la cual se convirtió además de en una amiga (por no decir una hermana del alma), en una compañera y guía, con la que he podido lograr revisar gran parte de mi vida, permitiéndome volcar en imágenes que reflejan mi dualidad, mis lados más oscuros y luminosos, en cada una de mis obras hasta el momento.

Esta mujer, se llama Mariela Mazza, terapeuta transpersonal, y no por esto, una de las personas más intuitivas con las que he dado en mi vida.

Un día, Mary (como la llamamos muchos) me envió por motus propio, textos inspirados en algunas de mis imágenes, y si de coincidencias se trataba y dejando en mayor evidencia que la información universal esta allí, volando para ser utilizada, me dejó boquiabierto ante semejante descripción de mi sentir.

Por esto he decidido, compartir poco a poco con todos vosotros cada una de sus palabras, porque en cada una de mis obras hay una intención, un trabajo personal detrás, mensajes para todos nosotros (me incluyo), que quizás se hagan más evidentes al recibirlas de la mano de mi grañidísima amiga.

De esta manera os dejo con la primer imagen:

Crystal

Mis ojos miran al cielo aceptando con sumisión y humildad las leyes del Universo, del cual soy co-creadora porque soy Padre-Madre-Uno-Amor. En mis manos… una llave, símbolo de apertura. Apertura a la sabiduría ancestral, a la unión con el todo. Es necesario un movimiento, un esfuerzo. El despertar no es gratuito. Debe existir la intención, la búsqueda profunda de la conciencia plena, el transito atento por este mundo dual. Ya no basta con golpear puertas... tú debes generar la llave correcta. Si creas llaves autenticas, generaras auténticos despertares.

Así esta bella niña, nos viene a mostrar que somos seres divinos, creadores y actores de nuestra propia existencia, que todo es correcto en nuestra vida, que a lo largo del camino y con cada una de nuestras vivencias vamos forjando la llave que nos permitirá abrir la puerta a la memoria universal... al reconocimiento cósmico del sentir que somos todo y somos uno, danzando como cada una de las gotas que conforman las olas del mar en un único, armónico y eterno presente.

Mariela Mazza

Wonderful Coincidence (Part One)

Not long ago, I decided I do not want to talk about coincidences or luck anymore because I do not believe in them. However, I do believe that life is a big net of coincidences woven before our eyes, which we must learn to observe and interpret in order to take the healthiest paths. That does not mean they are either short or easy, though once we are able to see such a net, everything flows in a different way.

  

I have been in many different walks of life and have thus come across lots of people, but it was not until I could see how each person mirrored me - no matter how insignificant our relationship could be - that I was able to generate deeper and more intense relationships. These people have left messages on me and helped in my awakening and personal revision. Thus, instead of friends, I started having great masters... And I can presume to say I have met many of them.

In one of the toughest and most turbulent moments of my life, I came across a very luminous creature, a woman who became not only my friend or  twin soul, but a mate and a guide with whom I was able to revise a good deal of my life. This has allowed me to create images that reflect my dualism, my bight and  dark sides, in each one of my works so far.

 This woman, called Mariela Mazza, is a transpersonal therapist and one of the most intuitive people I have ever met. One day, Mary (as many of us call her) sent me of her own free will, some texts inspired in some of my images. If it was about coincidences, it was evident that the universal information was there, flying to be used and such a description of my feelings left me speechless.

I have decided to share each one of her comments with all of you because there is an intention, some personal work underlying every piece, messages for all of us, myself included, which may become more evident when received from the hand of my great friend.

Thus, I leave you with the first image:

Crystal

My eyes look into the sky accepting submissively and humbly the laws of the Universe, of which I am a co-creator because I am a Father-Mother-One-Love. In my hands….a key, a symbol of opening to ancestral wisdom, towards integrity with the whole. It is necessary to make a movement, to make an effort. Awakening is not free. There must be an intention, a deep search for total awareness, an attentive walk in this dual world. Knocking on doors is not enough… you must produce the right key. If you produce authentic keys, you will generate authentic awakenings.

Thus, this beautiful girl is coming to show us that we are divine beings, creators and actors of our own existence, that everything fits in our life, that along the way and through each one of our experiences, we keep on carving the key that will enable us to open the door to universal memory…to the cosmic recognition of the feeling that we are a whole and we are one, dancing like every drop that forms the sea waves in a unique, harmonious and eternal present.

Mariela Mazza