Inspiración, técnicas y herramientas (Segunda parte)

Izquierda: Trazos en Freehand / Centro: Pintando en Photoshop / Derecha: Obra terminada
Left: Freehand strokes / Middle: Painted in PhotoShop / Right: Finished pieec

Tras haber hablado sobre las herramientas y técnicas más detenidamente, en esta segunda parte, deseo profundizar más sobre LA INSPIRACIÓN. Tarea difícil la mía, siendo algo complejo de describir, ante la infinidad de formas que tiene de hacerse presente o conectarse con cada uno (¿o somos nosotros quienes conectamos con ella?).

Carl Jung dice que “El arte es una especie de innata unidad que se apodera de un ser humano y lo convierte en su instrumento. El artista no es una persona dotada de libre albedrío que busca su propio beneficio, sino un arte que permite hacer realidad su propósito a través de él.”

Soy fiel a la idea que TODO es (y somos) una mezcla de energía e información y de ahí mi creencia en la existencia de una CONCIENCIA UNIVERSAL. Una especie de gran biblioteca cósmica dónde se encuentra el total de la información del universo y que cada ser, según su misión, sensibilidad, preparación, predisposición, etc., capta esa información para bajarla a través de un medio (arte, ciencia, etc) en un determinado lenguaje.
Esa gran masa de información está allí, fuera de todo tiempo y espacio y esperando ser canalizada.

El maestro Jorge Luis Borges, en una conferencia dada en el años 1977, refuerza de alguna manera este concepto: “El escritor vive la tarea de ser poeta. No es una tarea que se cumple en un determinado horario. Nadie es poeta de 8 a 12 h. y de 2 a 6 h. Quien es poeta, es poeta continuamente. Se ve asaltado por la poesía continuamente, de igual modo que un pintor siente que las formas y los colores están asediándolo…”

Bajo mi experiencia, podría asegurar que no existe momento ni lugar ideal para dar paso a las musas. Siempre ha dependido del grado de conexión que he logrado tener. Sólo una milésima de segundo basta para conquistar una idea, ya sea disparada por una situación en el metro, la montaña, un reflejo en un vaso con agua, un recuerdo, una frase de un libro o canción, o como me ocurre a menudo, una palabra, concepto o reflexión dentro de una charla entre amigos en la que exponemos nuestras vivencias, perspectiva de la vida y búsqueda personal.

En mi dinámica del proceso creativo, podría identificar algunas etapas claras que se repiten a lo largo de mi experiencia:

1. Inspiración inicial o Concepción: momento en que penetra en mi cabeza una primera idea, provocando una fuerte necesidad de trasmutarla en imágenes (palabras o sonidos), dejando atrás la inmensidad del papel (o pantalla) en blanco (que a diferencia de un trabajo de diseño / ilustración para un cliente, en el arte no me debo exponer forzosamente)
2. Desarrollo o Conexión: Esta es una etapa en la que puedo abstraerme casi por completo del mundo de los cinco sentidos (dejando en evidencia la teoría de la relatividad del tiempo y el espacio) y permitiendo fluir naturalmente imágenes y diálogos con la obra.
3. Caos: Este es un momento de transición o“bache” de incierta duración. Comúnmente provocada, en contraposición a la fase de desarrollo, por la necesidad de racionalizarlo todo, actuando en ocasiones como una auténtica trampa, generadora de un sentimiento (felizmente virtual y pasajero) de frustración. Un claro signo de que el Ego, a través de la mente, se ha apoderado de mí, nuevamente.
4. Orden del caos o Conexión final: Éxtasis es la palabra más indicada para describir la sensación en esta fase. Aquel rompecabezas caótico, se ordena milagrosamente, en un abrir y cerrar ojos, y por completo.
5. Concepción: Es el momento en que tomo distancia y al ver la totalidad de la obra, intuyo una voz diciendo “¡fírmalo!”, a pesar de haberme sentido un mero canal o instrumento para su materialización.

Igualmente no descarto generar nuevas dinámicas creativas según vayan surgiendo oportunidades de experimentar con la inspiración.
Sin ir mas lejos, hace unos días, ante una obra en proceso y en plena etapa de Caos, surgió una experiencia muy interesante, junto a una amiga psicóloga que cursa actualmente su especialización para terapeuta transpersonal.
Ante mi falta de inspiración, comenzamos a dialogar, descifrando espontánea e intuitivamente, el simbolismo encerrado en cada grafismo.
Si bien, como en los primeros casos, existió la aplicación conciente de algunos símbolos, la mayor parte tomó sentido ante éste auténtico juego de niños, que resultó enriquecedor para ambos. Un ejercicio que ha sido en si mismo un momento de inspiración y una transmutación de aquel momento de caos, en nuevo orden. Que si bien no generó la culminación de la obra, me permitió confirmar la acción terapéutica que ejerce el arte sobre el hombre.

Inspiration, techniques and tools (Second part)

After having expanded on tools and techniques in detail, in this second part I want to focus more deeply on INSPIRATION. It is quite a hard job to describe what it is for the infinite forms it has to come to us or to connect with us (o ris i tus who connect with it?)

Carl Jung says that “Art is a kind of innate unity that seizes a human being and turns him into its instrument. The artist is not a person who can make choices in his search to please himself; rather it is art which allows for his aim to come true through himself.”

I stick to the idea that EVERYTHING is (and we are) a mixture of energy and information, thus my belief in the existence of a UNIVERSAL CONSCIENCE, a kind of huge cosmic library where all the information about the universe can be found and which every individual grasps, regardless of his mission , sensibility, preparation and predisposition and passes on to others using different means (art, science, etc) in a given language.

Such mass of information is out there, beyond time and space awaiting to be channelled.

In a conference delivered in 1997, Jorge Luis Borges somehow reinforces this concept: “The writer lives on his capacity as a poet. It is not a job done at any given time. Nobody is a poet from 8 to 12 and from 14 to 18 hs. One is a poet continuously. Poetry comes to him continuously in the same way as shapes and colours come to a painter. ..”

There is no ideal time or place to let the muses in; personally, I have managed to get my inspiration more or less successfully depending on the degree of connection I have achieved. Just a second seems enough to grasp an idea, be it triggered either by a situation in the tube or on a mountain, by a reflection in a glass of water, by memories, by a phrase in a book or a song or as it many times happens, by a word, a concept or a reflection in a chat with friends in which we talk about our own experiences, our perspective of life and personal search.

In the dynamics of my creative process, I could clearly identify some stages that are repeated throughout my experience:

1. Initial inspiration or conception: it is the time an idea first gets into my mind, causing a strong urge in me to turn it into images (words and sounds), leaving behind the immensity of a blank paper (or screen) (which unlike a design / illustration job for a client, in art I am not compelled to show)
2. Development or connection: this is a stage in which I can detach myself almost completely from the world of the five senses (making it clear that the theory of relativity of time and space exists), which enables images and dialogues with the piece of work to flow naturally.
3. Chaos: this is a transition stage or “blank” of uncertain duration. Contrary to what happens at the development stage, it is commonly brought about by the need to rationalise everything, acting at times like a real trap, which generates a feeling of frustration (fortunately virtual and short-lived). It is a clear sign that my Ego has got hold of me once more through my mind.
4. Order in chaos or final connection: ecstasy is the most suitable word to describe the sensation at this stage. That chaotic puzzle falls in place miraculously at the blink of an eye and completely.
5. Conception: this is the time in which I take distance and on seeing the complete work, I sense a voice telling me “Sign it!”, despite my having felt nothing but a channel or instrument for its making.

I might generate new creative dynamics as opportunities appear to experiment with inspiration.
Only a few days ago, in front of a piece in the making and in the middle of the chaos stage, I went through a very interesting experience together with a friend of mine, who is a psychologist specialising to become a transpersonal therapist.
Due to my lack of inspiration, we started chatting and were able to decode spontaneously and intuitively the symbolism embodied in each graph.
It is true, there was a conscious application of some symbols as in the first cases, but most of it made sense when playing this authentic children´s game which turned out to be enriching for both of us. The exercise was a moment of inspiration in itself and a transformation of that moment of chaos into a new order. It did not cause the piece to be finished, but it helped me to confirm the therapeutic action art has on man.